martes, febrero 26, 2008

tedio

tedio
(Del lat. taedĭum).
1. m. Aburrimiento extremo o estado de ánimo del que soporta algo o a alguien que no le interesa.
2. m. Fuerte rechazo o desagrado que se siente por algo.
3. m. desus. Gran pesar.

Eso dice el diccionario de la academia. Ahora bien, en los diccionarios de elmundo.es como sinónimos de tedio encontré: monotonía, desinterés, languidez, apatía, desgana, hastío, aburrimiento.

En verdad no encuentro mejor término para describir mi estado de ánimo en estos últimos días. Le he perdido el gusto a dar clases, ya no lo disfruto y, por el contrario, es una tortura recurrente pararme frente a un grupo de alumnos que tienen todavía menos ganas, si tal cosa es posible, de estar en el salón que yo (todo mi cuerpo grita ¡sabático!, pero me recuerdo que no tengo derecho ni a eso chingado).

Lo peor del asunto, es que mi trabajo como escribiente tampoco me provoca ninguna emoción, y en estos días, mi actividad preferida sólo puede ser descrita con una palabra que ni siquiera está en castellano: procrastinate, que el Merriam Webster clarifica de esta forma:

Main Entry:
pro•cras•ti•nate
Pronunciation:
\prə-ˈkras-tə-ˌnāt, prō-\
Function:
verb
Inflected Form(s):
pro•cras•ti•nat•ed; pro•cras•ti•nat•ing
Etymology:
Latin procrastinatus, past participle of procrastinare, from pro- forward + crastinus of tomorrow, from cras tomorrow
Date:
1588
transitive verb : to put off intentionally and habitually intransitive verb : to put off intentionally the doing of something that should be done

Y así me la llevo. Haciendo el mínimo indispensable para que no me corran, nomás por no perder los pesos que necesito pa la supervivencia y un extra por allí. Sé que necesito un giro radical, pero hasta eso estoy posponiendo.

Se me ocurren algunas posibles vías para el cambio, pero todas suenan a huída y, como decía una amiga ya perdida, a dónde huir que no vaya yo. Imposible huir de una misma. (Aunque me consuela que todavía me río. El día que pierda las ganas de reír, sabré que ya valí madres).

sábado, febrero 23, 2008

¿Dónde?

¿Dónde he visto esto antes?










Nomás falta el bote de Melox por un lado. (clic en las imágenes para verlas decentemente)

viernes, febrero 15, 2008

Por fin

Viernes. Fin de semana. La gloria de la ociosidad. El regocijo de la compañía y cariño de los amigos. Me urge que empiece. Ya.

domingo, febrero 03, 2008

Oh, sabia Maitena


Angustia*.
"La raíz de la A. es la existencia como posibilidad. A diferencia del temor y de otros estados análogos que se refieren siempre a algo determinado, la A. no se refiere a nada preciso: es el puro sentimiento de la posibilidad. El hombre vive, en el mundo, de posibilidades, ya que la posibilidad es la dimensión del futuro y el hombre vive proyectado de continuo hacia el futuro. Pero las posibilidades que se presentan al hombre no tienen ninguna garantía de realización [maldita sea, lo sospechaba]. Sólo una ilusión piadosa [!] le permite verlas como posibilidades placenteras, felices o victoriosas; en realidad, como posibilidades humanas, no ofrecen ninguna garantía [mierda] y ocultan siempre la alternativa inmanente del fracaso, el descalabro, la muerte [valiendo madres]... Por lo tanto, el hombre que se da cuenta de esto, reconoce la vanidad de toda capacidad y no tiene frente a sí más que dos caminos: o el suicidio o la fe [chinguesu]... el verdadero significado de la A. [según Heidegger] es el destino, o sea la elección de la situación de hecho como una herencia de la cual no se puede huir, y el reconocimiento de la imposibilidad [again and again] o nulidad de toda otra elección que no sea la aceptación de la situación en la cual ya se está [¡carajo!]. En otros términos, la A. como comprensión existencial hace posible al hombre hacer de la necesidad virtud, aceptar, mediante un acto de elección, aquella situación de hecho, que es su destino y que sin la A. buscaría vanamente trascender [malditos existencialistas]. La coincidencia de necesidad y libertad parece ser así el significado de la A. heideggeriana".

Agotador. De todas formas, me quedo con la Maitena.


* Tomado de: Abaggnano, Nicola (1998): Diccionario de filosofía. México:FCE

viernes, febrero 01, 2008