domingo, abril 18, 2010
El hijo pródigo
Las partidas y las llegadas. En medio; la espera, la posibilidad. En el lapso; pasan los años, las noticias, las historias. Cambian los cuerpos, las tendencias, los objetivos. Pareciera que en ese “ahorita vengo”, se nos fueron sólo instantes. Pero bien que sabemos que se nos fue un poco la vida. Mañana llega mi hermano al pueblo. No nos vemos desde febrero de 2006. Casi puedo ver la fiesta que se armará alrededor suyo. Casi puedo ver la algarabía y la emoción poco contenida de mi madre, el júbilo de las tías, las llamadas de medio mundo por verlo, escucharlo, platicarle. Y yo, un poco contenta, un poco de “ya bájenle”. Pero es el hermano, el hijo pródigo de mis padres. Así que se matará el becerro cebado, se pondrá anillo en sus dedos y se celebrará su regreso. Comme il faut.
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