domingo, septiembre 23, 2007

miércoles, septiembre 19, 2007

pregunta II

¿Por qué en las escenas de sexo de las películas sólo las mujeres gimen y hacen ruido? ¿Por qué? ¿Es que los hombres NUNCA hacen ruido? ¡Ja!

Exijo una explicación.

sábado, septiembre 15, 2007

Preparándose pa'l grito...





15 de septiembre

Llegué al centro de la ciudad a eso de las 8:30 de la mañanay ya empezaba el movimiento. Los cueteros trepados en las alturas terminaban de instalar las armazones polvorientas, je.

Subí a mi oficina y si bien las cosas andaban tranquilas, ya se veían los primeros preparativos.





15 de septiembre


A las 4 de la tarde que salí de ahí, empezaba a verse ya más movedera, más gente, más parafernalia. No pienso pararme en la noche, ni de loca.






15 de septiembre

Además ¿Cómo pa qué? (Seguro con el micrófono pa la campana alcanzo a escuchar hasta mi casa, je)

Lo cual me recuerda la anécdota aquélla:

Se cuenta que en tiempos que no me tocaron, era gobernador de Nuevo León, Alfonso Martínez Domínguez quien tuvo a bien (o mal) enviar a uno de sus subordinados, hombre celoso de su deber y extremadamente leal a su jefe, a dar El Grito a una oscura municipalidad que no recuerdo.
Siguiendo el protocolo que rige esta ceremonia cívica, el susodicho achichincle estatal empezó con la tradicional arenga de ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos!, para rematar con ¡¡¡Viva doña Josefa Ortiz de Martínez Domínguez!!! ¿Así o más pendejo?





15 de septiembre


Lo cual también trae a mi memoria otra historia, ésta sí que no sé de dónde, pero que bien puede ser de Victoria y en la que el presidente municipal de vaya usted a saber qué comunidad inicia también la arenga y comienza:
¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Matamoros! ¡Y así, hasta la de Berriozábal!

(En Ciudad Victoria, el orden de las calles, partiendo de la plaza y hacia el norte es Hidalgo, Morelos, Matamoros, Bravo, Allende, Abasolo, Carrera, Mina y Berriozábal).




15 de septiembre



En fin, la plaza está cobrando vida y algunos corajes. A mi querida Blanca ya se la hicieron de tos y no le permitieron entrar por una de las calles (Juárez, que está antes que Hidalgo en el orden anterior), digo, si la mujer iba caminando, ni que trajera qué, pero no discutiré, ésa es ya otra historia.

Actualización: Y por supuesto, ya empezó a llover. No sería 15 de septiembre sin lluvia.


15 de septiembre

jueves, septiembre 13, 2007

Que alguien me explique...


¿Qué hace una televisión en el Vips del centro?

Acaso...
¿Fue a cenar?
¿A cobijarse de la lluvia?
¿Es la nueva modalidad café-taquería?
¿Jugaba la selección?

¿Por qué me persiguen las salamanquesas?

Es que...

¿En otra vida fui salamanquesa?

¿Las atrae la lluvia?

¿Lo hacen para molestarme?

¿Son kamikaze? (Entrar a mi casa es muerte segura)

¿Qué? ¿Por qué?

miércoles, septiembre 05, 2007

De los pelos...

Simplemente, hay cosas que me sacan de quicio. Por desgracia, son muchas. Por desgracia, soy una mujer de lo más intolerante que existe.

Hoy, por ejemplo, una alumna tuvo el atrevimiento de salir con aquéllo de "es que los hombres llegan hasta donde la mujer quiere" ¡Madres! Ipso facto pedí una pistola entre la audiencia pa pegarle un tiro entre ceja y ceja. Afortunada (o desafortunadamente) ningún chamaco traía, aunque me ofrecieron muy amablemente algunos exactos;

no soporto buscar estacionamiento; y trabajando en palacio de gobierno, eso se convierte en un verdadero inconveniente, porque encontrar sitio cerca es peor que tormento chino y más si es mediodía y más si hace calor o llueve y más si tengo ganas de ir al baño y más, todavía más, si no tengo ganas de trabajar;

abomino a los insectos y bicharachos que cohabitan conmigo en mi linda casa; el fin de semana pasado, nomás como ejemplo, tuve que pedir posada mientras fumigaban el hogar porque las termitas (again) habían decidido instalar su multifamiliar en uno de los muros y cerca de un librero (no encuentro suceso más trágico que mis libros comidos, literalmente, en vez de ser leídos); anoche, pa seguir con las visitas, descubrí dos caracoles (!!!), una salamanquesa, un grillo y dos arañas. A los caracoles y la salamanquesa y el grillo los flitié (¿se escribe así?), a las arañas las dejé ir porque me caen relativamente bien;

me tiene repodrida el asunto de las lluvias. Y no tanto por las inundaciones (que son terribles), ni por lo baches (que son punto menos que insufribles y gigantescos) ni por la barrera de lodo que han formado frente a mi banqueta, si no porque mi teléfono nomás le cae una mojadita y se muere (el muy finolis). Ayer de plano me trepé a la azotea, cinta de aislar en mano, sequé los cables, volví a unirlos y ya tengo de nuevo línea aunque se escucha peor que radio universitaria en am. Pa acabarla de fregar, nunca sé cuándo estaré en casa pa decirles a los de Telmex que vayan a arreglar la dichosa línea,

y por supuesto, me revienta no escribir en este pequeño blog. Me deprime tenerlo abandonado, solo, dejado de la mano, aventado, tirado cual cosa que nomás no. Si pudiera, me cae que escribiría diario, pero últimamente mis ideas están en otro lado y mis minutos libres los dedico a dormir o trabajar o estudiar o platicar o ir al café o bañarme o comer o leer, pero no a este pobre y triste espacio. Qué charros.