martes, mayo 27, 2008

Vida de/con hámster. 4

Lupe y yo nos estamos acostumbrando a convivir cerca una (o) de la otra. Ya se le ve bastante a gusto en la casita, corre, se duerme, escarba, esconde semillas, las busca, las come con avidez.

Lo único que me preocupa es que parece tener serios conflictos de identidad. Como que no se da cuenta que es un hámster.

De repente, le da por ser castor, y se come el aserrín, pedacito a pedacito. Luego, le entran ímpetus de primate y le da por colgarse de las barritas de la casa y escalar hasta el techo.

Por si esto no fuera poco, en ocasiones pareciera tener delirio de persecución y ataques epilépticos.

Pobre animalillo, tenía que caer justo conmigo. (Y yo con él).

sábado, mayo 24, 2008

Vida de/con hámster. 3

23 de mayo.

Lupe amaneció con un ojito cerrado. Me preocupa. Lo veo demasiado tranquilo y no sé qué hacer. Hacia el mediodía abre por fin el ojo y me tranquilizo.

Regresao de la oficina como a las 4:30. Intento sacarlo de la casita para que vague “libremente” en la bola de plástico, pero se defiende. Decido no sacarlo hoy de la casita so riesgo de recibir mi tercer mordida. Me pregunto si no debería llamarse tránsito. Lo platico con Kabe y hasta me gusta: Guadalupe Tránsito, ¡Lindo nombre!

Paso la tarde con Lupe. Le provoco para tener un algo de interacción. Eso de no poder tocar al animalito porque me muerde me trae un poco desesperada. Le veo por minutos y minutos, me hace reír (involuntariamente, por supuesto). He quitado el techo de la casa pata verlo mejor. Se subió por menos de 15 segundos a la rueda, aunque no avanzó ni tres pasos.

jueves, mayo 22, 2008

Vida de/con hámster. 2

21 de mayo 10:30 pm

Llego de la oficina. El bicharacho ya tiene nombre. A falta de definición sexual, y después de una breve plenaria virtual con mis amigas, he decidido que se llame Lupe pa que no haya bronca. Ya más adelante se definirá si es Don o Doña Lupe. Ta muy tranquilito.

22 de mayo, 12:52 am.

Después de dos horas y media en el teléfono con Gabi, vengo al estudio a fumarme un ciagarrín. Lupe está en el tronquito de la palapa (que he vuelto a meter a la casita, pero sin la parte superior).

Ahora, mientras escribo, está hecho bolita en una esquina debajo de la rueda. Ha comido semillitas y un minipedacito de no sé qué. Me pregunto si actúa normal para un ejemplar de su especie. Mañana le preguntaré más a Paty sobre los hábitos y usos de estos extraños mamíferos. ¿No se sentirá solillo en la casita? Después de estar rodeado de un fiestón con más de 20 (y un cadáver), quizás le entre una etapa como que de depre. Ya veremos.

Por ahí de la 1:45 pm

De salida de la ULSA, paso a GranD a comprar semillas de girasol para Lupe. Me llevo un buen por menos de cinco pesos. Mínimo no sale caro mantenerlos. Al llegar a casa, lo encuentro ahuevado. Le pongo unas semillitas, confirmo que sigue vivo y me voy a la oficina de nuevo.

4:30 pm

Llego a casa desvielándome de hambre. Lupe me ha vuelto a morder cuando intenté sacarlo de la casita para meterlo en la bola y que haga algo de ejercicio. Ahora ha caído debajo del librero, me friqueo pensando que va a correr despavorido hacia algún lugar inaccesible, pero empiezo a darme cuenta que no es el tipo de cosas que hace. Simplemente se queda quietecillo y lo tomo ya sin problemas.

Mientras como, vaga libremente por el estudio. Aunque en estos momentos está quietecillo hecho bolita dentro de la bola al centro del estudio.

miércoles, mayo 21, 2008

Vida de/con hámster. 1

20 de mayo, alrededor de las 9:30 pm

Hablo con Paty y le platico que debo comprar un hámster. Se emociona y me ofrece la casita de Valentín y Valentina. Yo acepto (la que me dio T. está bastante triste, la verdad [sooo, sooorrryyyy], y prefiero algo más lindo y limpio).

Una hora más tarde, aproximadamente, llega a mi casa con la casita (que está chidísima) y una bola de plástico azul para que el hámster ande por mi casa en libertad sin meterse en ningún escondrijo.

vida de hámster 076

21 mayo. 11:15 am aprox.

Salgo a la tienda de mascotas. He quedado con Paty de ir juntas a escoger el hámster, pero mi jefe me quiere temprano en la oficina, así que le llamo para decirle que iré sola. No me contesta, pero se reporta cuando yo voy ya en camino.

Llego a la tienda de mascotas, y me dirijo a las peceras de hámster. Me llaman la atención dos; uno blanco, muy tranquilo durmiendo y otro que come con hambre sin moverse. Hay más de 20 bichos en la pecera. No me decido por ninguno, aunque estoy tentada a llevarme el blanco tranquilo, pero no me gusta que tenga los ojos tan rojos. (maldita manipulación genética).

Después de varios minutos observándolos, les informo a los inútiles que atienden, que el bicharacho que está comiendo, se está alimentando de un congénere. Retiran lo que queda del cadáver-bocadillo y sigo observando. No quiero llevarme al hámster caníbal (aunque sé que en esencia todos lo son, pero a éste lo sorprendí en flagrante delito), así que desecho de entrada a todos los blancos, pa no llevarme por error al tragón en cuesión; sólo quedan como 7. Sigo dudando. No quiero un animal histérico que me vaya a morder (Paty me previno en contra de ésos), pero tampoco un huevón de marca. Al final, decido que me llevaré un hámster que no sea blanco ni tenga ojos rojos. Sólo hay uno y aparenta ser relativamente decente. (Justo ahora que escribo esto, caigo en la cuenta de que no sé si es macho o hembra… mierda, tendré que revisarlo más tarde, aunque es un pedo atraparlo).

Tomada la decisión, compro aserrín y me traigo al mamífero afortunado (desafortunado, vaya una a saber) en la cajita que me dieron para tal propósito.

Llego a mi casa, y preparo la casita que me arrenda Pato. Instalo al bicharacho en su casita ya con comida, agua y aserrín. Y me divierto por varios minutos viendo cómo reconoce el terreno. No se ha subido a la ruedita ejercitadora, pero supongo que eventualmente lo hará.

Son las 12:30, debo irme a la oficina. Llevo la casita al estudio y la dejo con todo y habitante sobre la mesita y me voy.

2:30 p.m aprox

Llego de la oficina directo a ver al animal que está jetón en una esquina de la casita. Me da la impresión de que tiene demasiados elementos en un espacio muy reducido, así que decido sacar la palapita para que tenga más libertad de acción. Ya veremos cómo se ve la cosa. Por lo pronto, lo he sacado no sin trabajos, de la casita y lo he metido a la bola de plástico para que se ejercite, no vaya a salirle panza o engorde dos kilos en una semana como yo. En ésas anda, explorando el estudio en su pelotita. Está cagado el animalito.

3:02 pm

Lo he sacado de la bola de plástico. He leído que no deben estar más de 20 minutos ahí. Aprovecho, según yo, para ver qué sexo tiene. El cabroncete o cabronceta me ha mordido. Cayó al piso, lo volví a tomar y lo puse en la casita, ya sin palapa. Tendré que comprar guantes para manejarle. Mierda.

vida de hámster 075

Inmediatamente ha tomado agua y ahora está tranquilo en un costado de la casa, enterrado en el aserrín. Este pedo será complicado.