Este pasado domingo casi sufro un síncope de la impresión.
Fui a la bodega de mis padres por unos libros que esperaba traer a mi casa y que tenían algún tiempo en cajas, en lo que acondicionaba un lugar para ellos (como se puede ver, sigo de mudanza a pesar de que tengo ya varios meses viviendo en la nueva casa).
En fin, que al abrir la segunda caja ¡sorpresa! toda una enorme comunidad de termitas me recibió, para mi horror, asco y frustración. He perdido varios títulos y eso duele.
Lo peor es que ahora (incluso después de una generosa fumigada), tengo miedo de traer a la casa los dichosos libros por miedo a que algún huevecillo haya quedado entre las páginas de los ejemplares atacados y terminen por devorar mi pequeña biblioteca.
Sufro.
P.D. Para ver a las desagradables criaturitas, den clic en la imagen.
4 comentarios:
Ah jijo! que méndigas!
¡Espurias!
...Las termitas, no tú... bueno, también.
Mendigas termitas!!!
Mi mas sentido pesame amiga :(, espero que puedas conseguir de nuevo esos libros.
Esoterismo, hmmmm
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