miércoles, septiembre 30, 2009

Saber y el erotismo de las palabras

“Dime: ¿es posible amar a alguien que no sea tan inteligente como tú?” Caravaggio, al que los efectos de la morfina habían puesto de talante combativo, tenía ganas de discutir. “Eso es algo que me ha preocupado en la mayor parte de mi vida sexual, que, por cierto, empezó –debo anunciar a esta selecta compañía– tarde. Del mismo modo que no conocí el placer sexual de la conversación hasta que estuve casado. Nunca me habían parecido eróticas las palabras. A veces me gusta más, la verdad, hablar que follar. Frases: montones sobre esto, montones sobre aquello y después montones sobre esto otra vez. Lo malo de las palabras es que puedes acabar arrinconándote a ti mismo, mientras que follando no puedes acabar así”.

“[…] ¿Qué edad tienes, Kip?”.

“Veintiséis años.”

“Más que yo.”

“Más que Hana. ¿Podrías enamorarte de ella, si no fuese más inteligente que tú? No quiero decir que sea menos inteligente que tú. Pero, ¿es importante para ti pensar que es más inteligente que tú para enamorarte? Piénsalo. Puede estar obsesionada con el inglés, porque éste sabe más. Cuando hablamos con ese tipo, nos desborda. Ni siquiera sabemos si es inglés. Probablemente no lo sea. Mira, creo que es más fácil enamorarse de él que de ti. ¿Por qué? Porque lo que queremos es saber cosas, cómo encajan las piezas. Los conversadores seducen, las palabras nos arrinconan. Más que ninguna otra cosa, queremos crecer y cambiar. Un mundo feliz.”

 

Michael Ondaatje. El paciente inglés.

Carinhoso

Orlando da Silva explica la historia de Carinhoso, la hermosísima melodía de Pixinguinha con letra de João de Barro. La grabación es de 1973.

 

 

Y esta es la preciosísima versión con Marisa Monte (sí, soy fan) acompañada por Paulinho da Viola, y a través de quienes conocí esta canción.

 

La letra:

Meu coração
Não sei porque
Bate feliz
Quando te vê
E os meus olhos ficam sorrindo
E pelas ruas vão te seguindo
Mas mesmo assim foges de mim
Ah se tu soubesses como eu sou tão carinhoso
E o muito muito que te quero
E como é sincero o meu amor
Eu sei que tu não fugirias mais de mim
Vem vem vem vem
Vem sentir o calor
Dos lábios meus
À procura dos teus
Vem matar essa paixão
Que me devora o coração
E só assim então
Serei feliz bem feliz

lunes, septiembre 28, 2009

Domingo de tianguis

Doña Francisca vende nopales.
Es domingo. Hay tianguis y entre los puestos de este pequeño mercado rodante se sienta Francisca Pérez. Toma las pencas del nopal y con un cuchillo, corta rápida y finamamente el nopal en trocitos.
Ella es de Gómez Farías pero "me vine a Tampico porque una hija mía quería trabajar en tiendas, de cajera, así que nos vinimos para acá". La acompaña su hijo, un hombre de alrededor de cuarenta años, bien parecido, callado.
Francisca habla y habla mientras convierte en picadillo las hojas ya sin espinas. Las deja caer en una palangana frente a ella. De dos en dos. Pica y pica. Allá en Gómez Farías tiene su solar, que le cuida su hermano. Ya no van seguido, pero sí ha ido y ha visto los cambios.
"En El Cielo están construyendo un parque. Es muy grande. El que cuida nos dejó pasar a ver. Tiene unos baños muy bonitos, porque ahí nos dejó ver. Los baños son muy grandes y muy bonitos". Pero ya no se piensa regresar para allá. Es muy caro ir a comprar los víveres. Cada ida del camión son por lo menos cien pesos y aquí en la ciudad pues es más barato.
Sí, se vinieron para acá por su hija, que quería ser cajera. Toma el nopal picado y lo echa en una bolsita de plástico. Bolsitas de cinco y diez pesos. Francisca está todos los domingos en este mercado, y supongo en otros puntos de la ciudad en diferentes días de la semana. Francisca se ha quedado a vivir en la urbe, su hija ya no vive con ella. Se ido a los Estados Unidos.

viernes, septiembre 11, 2009

Chance: a set of events

El poeta danés, es una preciosa animación, coproducción Canadá-Noruega, surgida de la dirección de Torill Kovel y narrada en la voz de la diva de Bergman, Liv Ullman que en el 2007 ganara el Óscar a mejor corto animado.

La historia nos lleva a reflexionar sobre cómo una serie de eventos sin orden ni lógica aparente, nos llevan a puntos determinantes y cruciales en nuestras vidas.

Después de haber visto la película por varias veces, no queda más que sonreír y pensar en los millones de variaciones de Sigrid Undset que pueden existir y que se presentan en la vida de todos día con día. Va pues. Que venga el destino.

 

 

sábado, septiembre 05, 2009

Tal cual

Los ojos de Isolda, de la bella Isolda, se encuentran con los ojos de Tristán, el héroe triste y malherido. Ella mira la mirada de él, los bellos ojos de Tristán, mira esos ojos en tanto son ojos que miran. Lo que ve el sujeto amoroso es, pues, otro sujeto, otra autoconsciencia, que a su vez mira, se expresa. No se ama una forma, un objeto (“sus bellos ojos”), sino una demanda que es, a su vez, una respuesta (“unos ojos que mira”). La mónada se abre porque la otra mónada se abre también. Lo que de ello resulta es una relación: algo que destruye el carácter sustancial de los ojos y el carácter unilateral de la aprehensión formal de los objetos. La relación, la historia  -la pasión expresada en términos de relación, de historia- constituye la superación del monadismo solipsista del sujeto erótico y pre-pasional que no alcanza a percibir en el otro aquello que de él, y sólo de él, procede, su mirada. Conocer, en términos relacionales e históricos (entendiendo historia en el sentido, fuerte, de historia amorosa y pasional) consiste en conocer, a la vez, el propio conocimiento del otro y el conocimiento de otro hacia uno mismo, en una acción recíproca que no permite diferencia antecedentes ni consecuentes. En esa visión del otro, en esa visión de la visión que el otro tiene de uno mismo, en ese regreso hacia sí que catapulta un nuevo progreso hacia el otro, se halla el verdadero punto de partida de un conocimiento pasional que, en tanto se produce unilateralmente, no accede al territorio propio de la pasión en-y-para-sí. Si el dato inicial, inmediato, del conocimiento, de la pasión, lo constituye la singular percepción de “los bellos ojos” del otro, puede decirse que la mediación de ese dato, su elaboración, su proceso y su trabajo, lo constituye la respuesta de esos ojos, que no son ciegos, sino expresivos, pasionales a su vez.

El verdadero comienzo del conocimiento y de la pasión es, pues, “unos ojos que miran unos ojos que miran esos ojos”. Lo que el sujeto ve son los ojos que le miran y en tanto le miran. Y no por razón de que le miren a él, o no sólo por esa razón (no por causa de que él sea aquel en quien recae ese favor, esa gracia, esa elección), sino porque al mirarle se expresan: y es esa expresión lo que hace que el sujeto ame y se apasione. Amor y pasión intensificados por razón de que el otro sufre en sí mismo idéntico proceso.

 

De Eugenio Trías (1991): Tratado de la Pasión. México: CONACULTA/Mondadori. pp 146-147.

Imagen: Tristán e Isolda de William John Waterhouse.

martes, septiembre 01, 2009

musical

 

Ayer intenté dormir en la tarde infructuosamente. Entre el teléfono y las visitas, fue imposible. Así que me puse a navegar y a hacer un poquito de coraje porque no tuve trabajo en la oficina y eso significa que podría haber alargado mi fin de semana. Lo bueno fue que me la pasé tirada en la cama.

Por ahí de las 10 de la noche, caí como tabla. Después de dormir más de ocho horas, he amanecido de un humor excelente. Nada, además, como musiquita para mantener los ánimos arriba.

 

‘Ora sí, bailecito suave y a empezar esta jornada ¡Buenos días!