jueves, abril 27, 2006

Otra vez la burra al trigo.

Pos ‘ora Bush se ha metido a censurar a los científicos. No contento con darle en la madre a los “otros”, los distintos; ahora se mete a callarle la boca a quienes, a través de la investigación, presentan descubrimientos o avances en diversos ámbitos de la ciencia. En primer lugar de su lista negra, están aquellos relacionados con asuntos ambientalistas (léase calentamiento global, específicamente). Como reporta La Jornada (vía Toronto, por supuesto) por no convenir a sus intere$e$ y de sus agro-contribuyentes y simpatizantes, la administración Bush le dio una bofetada al biólogo Mike Kelly, del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de aquel país pidiéndole que aprobara una mega bombeada de agua de un río pa contentillo de sus cuates. Como él no quiso y les aventó el trabajo, cambiaron el reporte, bombearon el río y murieron más de 30 mil salmones adultos y cientos de miles jóvenes. Linda chingadera. (Y luego se sorprenderán al enterarse de que el 90% de las especies grandes en el Golfo de México han desaparecido. Y no es predicción, es un hecho. Claro que ya encontrarán la forma de echarnos la culpa a nosotros, seguro).

P.D. No, no hablaré del debate.

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