Crónica bastarda mas nunca falsa o espuria.

En vista de las presiones para que escriba, me veo en la necesidad de robarle tiempo a los discursos, a los exámenes y a los amigos para escribir brevemente sobre el viaje a Guadalajara.

¡Ejem!

Salimos tarde de Victoria en el poderoso Bernie (a.k.a Bernardo, mi carro) y después de varios incidentes hilarantes y penosos, llegamos cansadas a San Luis donde dormimos, para salir tempranito a Guadalajara.
Ya instaladas en motelucho de mala muerte, nos lanzamos a la FIL, donde por fin se nos hizo conocer al celebérrimo monero.
Y en eso se nos fueron los días, entre el gentío, más gente y reteharta gente durante el día, chorros de libros, monederos casi vacíos y pies cansados, y las chidérrimas noches cheleando y cenando en la más que grata y revigorizante compañía de mis amigas la Blanche, zazila, hech y casandrinia y por supuesto, el Kabeza.

Lo mejor de esta FIL: definitivamente los amigos; los viejos y los nuevos.
Lo malo de la FIL: que ya estoy de regreso

Las fotos, pos ‘ai se las debo… el monero me pasó una corta lana pa que no las publicara y pos una ya sabe cómo es eso del chayote… ni modo.


Update y postdata: ¡El Kabeza me regaló su libro! Lero lero, lero lero.