Sí, lo reconozco. He abandonado este blog por más de una semana.
La verdad, entre la falta de tiempo, la desidia y veinte mil cosas en la cabeza (todas menos qué publicar en este blog), se me ha ido la onda.
En estos días no he podido leer lo que hubiese querido. Tengo en la mesita junto a la cama "Sombras en el Hudson" de I. B. Singer y apenas he alcanzado a terminar la presentación (y son más de 800 páginas, así que le cuelga).
Tengo todavía evaluaciones parciales que revisar y mañana es el último día que tengo para pasar calificaciones (allí va mi domingo de paz y tranquilidad).
Hace más de 15 días compré tres nuevas películas que aún conservan el plástico. Con un poco de suerte podré ver una el día de hoy.
Para colmo de males, un triste cacahuate japonés con una dureza extrema, me fracturó el segundo molar superior derecho, lo que me obligó a acudir con el dentista. El maldito maní me ha salido carísimo y muy doloroso. Ahora traigo una corona de acrílico provisional, en lo que me junto la lana para cambiarla por una permanente de porcelana (el chistecito me saldrá en más de mil pesos, de seguro). Y sin contar las tres horas que estuve en el sillón del consultorio con la boca abierta.
Pero no todo ha sido malo. Hoy en la mañana, por fin, pinté las paredes exteriores de mi casa y están ahora prácticamente libres de graffiti. A ver cuánto me duran. Pero me ha hecho feliz hacerlo.
Y bueno, en compensación por haber abandonado la escritura, he renovado el banner y eso también me hace feliz.
Hoy desperté hasta las 10:30 de la mañana, lo cual me llena de gozo y descanso.
Y ya. Veremos qué me depara la próxima semana.
1 comentario:
Ah qué buenos pretextos para no escribir, jiji; los anotaré en la lista, en buen plan
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